Y nunca nadie más...

Efímero camino hay
entre cuna y cementerio.
y, en él se escuchan pasos;
los restos de nuestro imperio.

Todos tendrán recompensa,
a no ser que ella seas tú.
De repente todo azul,
aunque pierdas la cabeza.

Fallece todo criterio
cuando no dejas besar.
Directa voy al mismo cielo,
dame alas para volar.

En público, y en sus morros,
te abrazaré cuando quiera.
Aunque tú vendas tu cuerpo
y yo trabaje las tierras.

Aunque ambas seamos mujeres
y nos escupan las gentes,
serán libres nuestras mentes
para ser un único ente.

Ya no me pienso excusar
porque te quiera mirar.
Lágrimas no escaparán.
Tú, y nunca nadie más...